La cocina olmedana del caballero
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Este restaurante es uno de esos establecimientos que se delata solo con su razón social. La obra de Lope de Vega, El Caballero de Olmedo, sitúa su oferta gastronómica en el epicentro del teatro clásico y del arte mudéjar en la provincia de Valladolid. Ramón Molpeceres ha logrado mantener la comanda de su restaurante desde que en 2007 abriera sus puertas en el espacio que en siglos pasados ocupara el desaparecido convento de San Francisco. Hoy, el asador y restaurante El caballero de Olmedo es una referencia en la villa del mudéjar y del teatro clásico. No faltan nunca en la carta el lechazo y el cochinillo asados en horno de leña, a lo que se unen el codillo asado, las carnes rojas, la brocheta de ternera a la parrilla y un bacalao al horno de leña siempre en carta. Ramón ha sabido incorporar a su comanda platos con mucha demanda como las croquetas o las sardinas y anchoas procedentes de la empresa de salazón y conservas de Villagarcía.
Entre los platos más demandados por los comensales figura la sopa castellana -hecha al momento-, los corazones de alcachofas y colas de langostino y un plato de queso de oveja al horno. Está situado frente al balneario Castilla Termal y a pocos metros del parque temático del mudéjar. Dos referencias que facilitan al viajero la localización del restaurante asador. Comedores y terrazas conjugan las viejas dependencias monacales y un escenario más moderno que logra ese clima que crea el horno de leña. 15 años después Ramón Molpeceres ha sabido mantenerse sin altibajos. Se puede comer a la carta por una media de 40 euros y mantiene el menú diario en torno a los 18 euros. La carta de vinos, con muchas referencias de Rueda, Toro y Ribera, entre otras DO de la región y no olvida los vinos de las Soterraña y de la Mejorada, dos bodegas olmedanas con buena presencia en su oferta. Este restaurante se convierte, al mismo tiempo, en un proyecto gastronómico con un claro compromiso con la oferta cultural y turística de Olmedo. El asado, las carnes a la parrilla y las raciones de picoteo marcan el perfil de este restaurante olmedano.